Aquella tarde no era igual a las demás tardes,ya que en esta oportunidad antes de retomar mi ruta hacia mi hogar, decidí dejar la monotonía de caminar bajo las lluvias de Marzo,y entonces, bajo ese mar diluido que provenía del cielo, me declaré prófugo de la rutina para huir de todo aquello que mis ojos observaban. ...Lo que mis ojos no ven mi corazón no lo siente... , esa frase que recuerdo en algún momento de mi vida escucharla de una boca ajena,hoy me acompañaba en mi escapatoria.
Saliendo ya de la ciudad, tuve varias seducciones de aquel pensamiento que le susurraba a mi holgazanería que retornara a mi frío y soporífero hogar;pero no deseaba rendirme en medio del recorrido, al menos todavía no esperaba eso y me atreví a cambiar este martes por otro que me obligara a hacer algo atrevido, entonces seguí aquel trayecto y, sin darme cuenta, resulté parado en el final del camino; mientras asimilé mi llegada pensé "pasó el día tan inesperadamente hasta ser casi media noche"
Observando detenidamente lo que parecía ser una formación de oscuridad y silencio total, noté que no solo era eso,sino que era también un decrépito valle muerto;no había cosa alguna con toques de amarillo ni verde, todo era del color del mismísimo carbón;no me molestó mucho este hecho,así que me adentré mucho mas en ese valle, tomándome el tiempo necesario y suficiente para digerir bien la situación.Pasadas mas o menos tres horas de tanto transitar y observar,me detuve frente a una diminuta casa, a la que solamente le faltaba una puerta;decidí entonces entrar a descubrir el interior de ésta, y de repente sentí una sensación tan abrumadora acerca de que yo no era la única cosa,al menos con vida, dentro de esta casa.
Tuve esa sensación y ese temor durante mi estancia en esa casa;pero de repente desapareció ese sentimiento cuando me hallé en el tercer piso,y encontré en la mitad del cuarto un espejo muy sucio.Decidí intentar limpiarlo con un pequeño pañuelo que siempre cargaba en mi chaqueta,pero no me fue posible limpiarlo,ya que lo que pensaba yo que era sucio,era la pintura de ese espejo, otra vez ese negro carbón;de repente se me ocurrió hacerle un recordatorio a mi viaje,así que me llevé el espejo conmigo hasta mi hogar para llevarlo a un lugar que no contenga negro en toda su atmósfera.
Pude salir del valle con vida,y lo más fundamental,con mi nuevo espejo;de regreso a casa,me ubiqué de nuevo en la ruta del tren que me dejaba frente a aquel edificio en el que vivía en el apartamento más grande.Decidí ubicar mi nuevo espejo en un cuarto privado para cualquier persona que no sea yo,y así fue donde acordé dejar mi espejo en el cuarto que estaba totalmente pintado de blanco,el cuarto mas vacío y claustrofóbico de todo el apartamento.
Aquel cuarto era totalmente blanco,no tenía luz alguna que lo iluminase,o ventana que le permitiera respirar,justo lo adecuado para mi obra de arte en aquel espejo.En el instante en que me adentré al cuarto tuve la idea de pintar algo innovador sobre aquel color negro que hiciera reflejar lo que sentí todo este mes hasta el día de hoy;y fué en cuestión de segundos que traje mi pluma con tinta blanca y comencé a pintar pequeños y delicados puntos blancos a lo largo del cuadro,hasta formar un laberinto y terminarlo solo con un pequeño detalle,una coma en toda la mitad del cuadro.
Será para muchos una estupidez el haber pintado en toda la mitad una pequeña coma,pero para mi no lo es,para mi representa la vida,que es un tigre,porque esta nunca es como la pintan...
Autor -.WDAP.-
Texto de: William David Ardila
EStubo chimb,ademas que no es como todos los demas que solo son de amor.....
ResponderEliminarMuy buen relato se nota como se expresa excelente las ideas y atrae mucho al lector
ResponderEliminarmuy aspero, no habla de amor y lo mas interesante son esos puntos blancos que pinta
ResponderEliminarUn excelente relato , ademas la forma de describir el viaje fue my buena .
ResponderEliminarExcelente relato (:
ResponderEliminarBuena redaccion, buen majeno de tema y expreción de las ideas, entretiene bastante